
¿Nunca habéis ido con exceso de velocidad rodeados de municipales y sin que os multen por ello?, Pues yo si.
Estaba teniendo un día de lo más normal, por no decir casi aburrido, andaba yo pensando ya en parar a merendar para librarme de las «marujas» y sus niños del colegio, pues rondaban ya las 5 de la tarde y a esas horas es mejor parar a descansar.
En esas andaba yo cuando una pareja de ancianos me piden les lleve al hospital del Valle de Hebrón, hasta aquí todo normal.Al bajarse los ancianos y pagarme la carrera, ( sin ningún tipo de problemas), se me suben dos señoras, (por su aspecto parecian Latino Americanas), en urgencias de dicho hospital, una de ellas andaba en cinta ya próxima a dar a luz, por su aspecto, y además se quejaba muchísimo de dolor, y me pidieron las llevara con «URGENCIA» al hospital de Sant Juan de Dios, y les pregunté que si iban a urgencias, por qué no iban con ambulancia, entonces ellas me respondieron que no las había disponibles.
Ya me ven a mí enfilando la pendiente de urgencias del Valle de Hebrón en dirección a Sant Juan de Dios, ¡madre mía! y ¿por dónde a esas horas? y ¿si le da por alumbrar en el coche? y solo tiene 5 días por DIOS, ¿por qué a mi?.
Al intentar incorporarme en el lateral de la ronda a la salida de urgencias, ¡Eureka! he aquí que diviso a una pareja de la policía municipal, les hago luces insistiendo y se ponen circulando en paralelo conmigo y les informo de lo delicado del pasaje que llevo y del motivo de que no van en ambulancia, después de consultar el acompañante al conductor, (del coche policial) me dicen que les siga, ellos ponen en marcha esas lucecitas tan lindas que tienen y esa sirena tan molesta y enfilamos hacia las rondas, con tanta mala suerte que se encuentran atascadas, y la mujer no para de quejarse; al ratito se nos unen dos motocicletas de los municipales y se ponen a cortar calles, pasos de peatones, etc.; San Gervasio y Sarrià están llenos de marujas que no se apartan ni por los polis, ¡que miedo! esto es el fin, mi coche va a ser «PAPA», me veo de partera, pero no todo podía salir mal, al fin llegamos al hospital. ¡Gracias DIOS mío! por tu generosidad.
En esos momentos a la entrada de urgencias de San Juan de Dios se despiden los municipales con una sonrisa y la cara de satisfacción del deber cumplido.
Se acerca el celador y en estos momentos me dicen las mujeres: no aquí no, más adelante, a la derecha, ah! Debe ser en la puerta de maternidad, pienso yo, pero no, al llegar allí, me dicen: dos calles mas arriba y a la derecha por favor, a lo que yo me dirijo allí raudo y veloz, haber si al final la liamos……, pero no, llegamos ante una torre de grandes dimensiones y me dicen: aquí señor, me pagan mi carrera y se bajan; yo preocupado les pregunto ¿es esto una clínica? (hay tantas ahora que son privadas) no, nosotras venimos a limpiar esta casa, pero entonces les pregunto yo: ¿y el dolor de su compañera?, y ella me responde: es que le han puesto una inyección y llegábamos tarde al trabajo.
¡Anda! ¡y yo de primo!. La gente se las sabe todas y como siempre nosotros los taxistas nos pasamos de «BUENAZOS».
PapyChulo